viernes, 10 de agosto de 2012

La Caída al Vacío

Hace algunas semanas se cayó una persona en el ascensor de un edificio del barrio El Golf. Obviamente eso fue la noticia y, probablemente, la búsqueda y sanción de los culpables jamás lo sea. Considerando la cantidad de viajes en ascensor que se han de realizar diariamente en el país (y el mundo), me parece que éste (u otros casos con consecuencias similares) debieran ser monitoreados e informados hasta el final de manera de realmente generar jurisprudencia y alertar a quiénes son responsables de que estas cosas no sucedan. 

Mi impresión es que la caída libre, y probablemente la muerte, como resultado de la apertura de las puertas de un ascensor sin que éste esté ubicado correctamente, es responsabilidad de cualquier persona menos de la víctima. En este contexto, la cadena de responsabilidades probablemente comience con el administrador del edificio, el encargado de mantención, la empresa de mantención de los ascensores y, tal vez, la empresa que los fabrica. Pero lo importante, es el hecho de que el sentido común permite determinar que la culpa no fue de la víctima.

Esta situación me hizo recordar algo que siempre me ha llamado la atención cuando he viajado a Brasil. En todas las puertas de los ascensores hay un letrero como el que se muestra en la siguiente foto:

(Fuente: Sul21)

Básicamente, el letrero dice: "AVISO A LOS USUARIOS: Antes de ingresar al elevador, asegúrese de que el mismo se encuentra detenido en este piso". La ley  N° 9502/1997 del Estado de Sao Paulo da origen a esta normativa y en el siguiente link se puede apreciar una discusión bastante acalorada respecto a la sensación que produce este mensaje.

¿Cuál es el problema de este letrero? Simple. Básicamente traspasa toda la responsabilidad de caerse, en caso de que el ascensor falle, a la víctima. Así de simple. Una persona común y corriente que sufra un accidente en un ascensor, no tendría ninguna posibilidad de ganar un juicio porque en términos legales "fue advertido de la responsabilidad de asegurarse que el ascensor estuviera ubicado correctamente".

En términos generales un aviso como el anterior se conoce, en inglés, como un Disclaimer que puede traducirse como Cláusula de Protección, Aviso de Exención de Responsabilidad, Aviso y/o Exoneración. Básicamente porque lo que hace un disclaimer es eximir de responsabilidad al emisor respecto a alguna consecuencia para con un tercero.

Hay disclaimers que realmente hacen sentido. Por ejemplo, el típico sticker que está en la visera de los autos y que indica la forma correcta e incorrecta de ubicar la silla de un bebé. Básicamente, la advertencia (y excención de responsabilidad) tiene que ver con la posible muerte de un bebé ubicado mal como resultado de la explosión de los Air Bags.

Hay disclaimers que no hacen sentido. Por ejemplo, el típico sticker que indica que los secadores de pelo no se deben sumergir en agua, el ejemplo del ascensor que mostré antes y/o el de los robos o hurtos en los estacionamientos pagados. Una recopilación de disclaimers típicos se puede ver en el siguiente link.

Aún así, cualquiera de ellos "disfraza" en una advertencia la exención de responsabilidad y ese, probablemente, es el tema más complejo ya que es una manera extremadamente simple de lograrlo. Una empresa/persona/comunidad puede incorporar un disclaimer protegiéndose ante cualquier consecuencia sin perdirle permiso a nadie y, dado que es tan fácil, hoy este tipo de avisos están por todos lados.

En sociedades más desarrolladas es común ver avisos como estos en todos lados y contextos. Los que han tenido la oportunidad de viajar a Estados Unidos, por ejemplo, podrán apreciar esta situación a la perfección. No hay casi nada, que se mueva en el marco de relaciones no privadas, que no esté normado. Los estacionamientos, los accesos, los baños, los hoteles, los supermercados, etc. y, si bien es cierto produce cierta tranquilidad conocer las reglas, también es cierto que limita y "modela" el quehacer y la manera de relacionarse en lo cotidiano. Las acciones, secuencias y conductas estan previamente establecidas para ajustarse al deber ser... a lo establecido.

En línea con lo anterior, actualmente se discute en Chile se discute, nuevamente, una modificación a la Ley del Tabaco y a la de la Comida Chatarra. En la primera modificación, se agregan restricciones más severas que plantean la prohibición total para fumar en lugares públicos, la eliminación de la publicidad a cierta distancia de los colegios, cualquier tipo de premio y/o promociones resultantes de la compra de cigarros e, incluso, se habría planteado la prohibición de mostrar gente fumando en programas de televisión y/o cine. Pero, lamentablemente, no se incluye ningún incremento en el impuesto a los cigarros que es una de las medidas que en las cuales la OMS ha puesto mayor énfasis. La segunda modificación está vinculada a la prohibición de vender comida chatarra con regalos o juguetes (como la famosa Cajita Felíz del McDonald's) y a la obligación de etiquetar la comida con los ingredientes y la información nutricional.

En el caso de la Ley del Tabaco, yo no soy fumador, nunca he fumado y, sin embargo, entiendo que haya personas que fumen y que les guste hacerlo a pesar de la información disponible respecto a los daños que produce. En este contexto, me parece razonable tener áreas separadas y/o restaurantes marcados para fumadores y no fumadores. Hasta ahí, me parece que la ley es razonable porque asegura que la información esté disponible y deja en las personas la posibilidad de elegir. Si esto no es suficiente, entonces, habría que restringir el consumo por el lado de los impuestos. Esta opción, según lo que he escuchado de los entendidos, tiene un límite, de lo contrario, aumenta la posibilidad de que crezca el mercado informal asociado.

En el caso de la Comida Chatarra. ¿Quién tiene finalmente la responsabilidad de llevar a sus hijos a comer comida chatarra? ¿Son los hijos los que "obligan" a sus papás a ir a comer comida chatarra porque viene con un juguete? ¿Será que cuando los productos estén bien rotulados los hijos van a darse cuenta que lo que se van a comer es dañiño y rechazarlo? La responsabilidad final está en los padres. Los padres son los responsables de alimentar bien a sus hijos. Mi impresión es que, con o sin juguetes, los papás que llevan a sus hijos a comer comida chatarra regularmente lo van a seguir haciendo y, peor aún, esta medida no ataca la alimentación que los niños reciben en su casa. Donde, estoy seguro, la situación ha de ser similar o peor.

En el caso de los disclaimers nos encontramos con elementos que regulan el quehacer sin, necesariamente ser ley. En el caso de las leyes anteriores pasa lo mismo, salvo que las dos, desde un punto de vista absolutamente paternalista, es decir, no permitiendo ni promoviendo una decisión informada por las personas si no, más bien, por la definición (o prohibición) de caminos y/o conductas.

Es claro que Chile está avanzado hacia una sociedad más desarrollada. No hay duda de ello. Ojalá que este avance sea realizado manteniendo un justo equilibrio entre aquellas cosas que se deben normar y la libertad de decisión de las personas. Lo que se requiere no es sólo que las personas puedan y deban decidir si no que, además, se hagan cargo de sus decisiones para que, al final, no caigan al vacío.